--==> Tren Fantasma (Cuento) <==--
El brusco vaivén me despertó de mi sopor, que con un constante cabeceo, solo lograba adormecer mis sentidos perdiendo la noción del tiempo. Al levantar la vista, una mujer entrada en años, de dulce mirada, me observaba, respondiendo a mi contrariedad con una amable y generosa sonrisa. En sus manos un hermoso tejido tomaba forma, con gran habilidad, con medidas aprendidas de años de oficio. Las locas carreras de los niños, mas un delicioso aroma a pasteles y tecitos, estimulaban mi vacío estómago que casi por milagro aún no se apegaba al espinazo. Un golpe en el respaldo de mi asiento, me mostró a un niño que insistentemente jugaba sobre los hombros de un añoso caballero, el abuelo sin duda, quien con una paciencia infinita respondía con cariño, los bruscos juegos del aburrido pequeño. Mas allá por el pasillo divisé a dos lindas mujeres que entusiasmadas conversaban y reían con fuerza, respondiendo con caricias, a los elogios de dos hombres que se encontraban sentados frente a ellas. Mientras, a tirones un niño llevaba a su madre al baño, una y otra vez en un juego que solo él entretenía.
-Tómese este tecito-, con una dulzura infinita la anciana me acercó una humeante taza de té, que a pesar del calor reinante y del poco oxígeno disponible para tantos pulmones, acepté con cariño. Aquella diáfana mujer me observaba con detención, -usted se parece a mi nieto mayor, era un hombre maravilloso-. Era, lo más probable es que hubiese fallecido y no quise inquerir mas detalles al respecto.
Mientras bebía mi té, observaba por la ventanilla el hermoso paisaje. Como postales se sucedían uno tras otro cuidados campos, cultivados con esmero, hermosas alamedas indicaban de cuando en cuando los accesos a los diferentes fundos, que según fueran sus cultivos, regalaban al paisaje sus particulares colores.
El viaje parecía eterno, había olvidado el libro en mi equipaje principal y solo traía una vieja revista para leer, por lo que me dediqué a recordar episodios pasados de mi vida. Mi ajetreada adolescencia, huyendo junto a mi familia de la invasión militar de mi país, borrosos eran ya los rostros de las personas que tanto daño habían causado a mi padre y a mi madre. Como un relámpago pasó por mi cabeza mi primer pololeo, el primer beso, mi inicio sexual, mi matrimonio. Por que lo veía tan lejano?, era algo que no entendía muy bien.
Intenté levantarme de mi asiento para estirar las piernas, estaban adormecidas de tantas horas de viaje, como pude llegué al final del vagón y asomé la cabeza al exterior. El fuerte viento despertó mi cuerpo y desentumeció mis agarrotados músculos. Caminé con cuidado entre niños dormidos, madres rezadoras y un cura que leía la Biblia, preparando a susurros un sermón para lo que sería su misa dominical.
El tren avanzaba lento ahora, la velocidad había disminuido ostensiblemente haciendo casi imperceptible su avance, casi se podía caminar a su lado e ir mas rápido. Al cabo de un rato se detuvo completamente. En un principio la gente siguió en sus asientos conversando y dormitando como si nada pasase. Pero al cabo de un rato –largo, diría yo- comenzaron a inquietarse y a preguntar que es lo que pasaba.
-Por que no va usted mijito a preguntar que pasa, por que nos hemos detenido?- me sugirió la hermosa anciana.
Fui hasta la locomotora a preguntar que pasaba y me encontré con el maquinista intentando comunicarse con la siguiente estación.
-Es grave- me dijo, -no podemos seguir, si no somos remolcados, y eso solo puede pasar hasta dos días más-.
Tanto adelanto para nada -pensé- y volví a mi asiento contándole a la viejita la situación. –Las noches son heladísimas en esta época, nos moriremos de frío-, parece que tendremos de caminar hasta el próximo pueblo, me espetó.
Tal cual dijo, el maquinista sugirió a un inquieto público, que la única solución posible era caminar hasta el siguiente poblado para buscar refugio antes de que llegara a noche, - he informado de la situación y nos esperan con alojamiento y comida- agregó.
La larga caravana humana, que llevaba solo lo puesto y alguna muda para el día siguiente era acompasada con los llantos y risas de los inquietos niños, caminando con alegría, pero con algo de preocupación por el borde de los añosos rieles para no perder el rumbo, encabezados por el maquinista, que ya, a estas alturas parecía capitán de barco.
Luego de largas horas de agotador viaje, se divisaron las primeras casas del poblado, que por ninguna parte tenía nombre. Un cuidado pueblo, de limpias y sencillas casas, amontonadas en la única calle de tierra, que remataba al final en una modesta capilla y un par de boliches junto a la estación.
Improvisado bajo una carpa nos esperaba una gran mesa con jugos y emparedados de oloroso jamón y una que otra cerveza, que desaparecieron por arte de magia. Luego de arrasar literalmente con todo, el ritual siguió con la única conversación posible. Cuando saldríamos de allí.
Mientras los innumerables niños corrían y jugaban y las mujeres en voz baja murmuraban la jugada del destino, me recosté en una banca y lentamente se fue adormeciendo mi cansado cuerpo.
-Señor, despierte- entre sueños oía una voz lejana… -señor está bien?- la voz era mas fuerte… -señor, como llegó aquí?-.
De un brinco me incorporé, frente a mi, un anciano ceniciento, de arrugado rostro, pero hermosa mirada, me observaba con sorpresa.
-Estoy esperando a que parta el tren, es que ya se fue?- la cara del anciano cambió. En ese instante me di real cuenta en donde estaba, no era el mismo lugar. Era un lugar abandonado, no existían ya las casas, solo montones de adobes derruidos las reemplazan, los boliches eran un montón de escombros y en el lugar de la capilla, solo se distinguía apenas el campanario. Los campos eran estériles, y el viento calaba los huesos, trayendo tierra y más tierra.
-Pero, este no es el lugar donde llegué, y mi tren…. ya se fue?-
Nuevamente la miraba del anciano cambió. –El tren hace más de setenta años que no pasa por este abandonado ramal señor-, -como?... está usted seguro-…. mi visión se heló, me dí real cuenta que estaba absolutamente solo y abandonado en este desconocido lugar, un escalofrío recorrió mi cuerpo, -puede usted mostrarme la estación?-
El anciano caminó delante de mi, y mientras nos dirigíamos hacia ella, mi miraba recorría el lugar, que claramente no era el hermoso lugar al cual yo había llegado hace algunas horas atrás.
-Esa es la estación señor-. Me desplomé, cuatro palos era todo lo que quedaba de la estación.-Pero explíqueme donde estoy, que ha pasado aquí, no entiendo nada!-
Cálmese amigo, no sé como llegó usted aquí, pero si puedo contarle que pasó aquí hace setenta años atrás.
Este era un poblado pujante, el tren lo proveía de víveres y sacaba hacia el resto del país sus excelentes cultivos. Pero un día el convoy 0023 descarriló a pocos kilómetros de aquí, dicen que su maquinista intentó rescatar a los pasajeros que entre los fierros retorcidos clamaban por sus vidas. Un modesto hospital de campaña fue instalado en el pueblo para atender a los heridos, que uno a uno fueron muriendo porque la ayuda del gobierno central, llegó solos dos días después, y ya, era muy tarde. Sus malogrados cuerpos fueron enterrados en el cementerio del pueblo. Pero al cabo de un tiempo, todas las noches se oían horrorosos gritos, carreras, ruidos y el silbato del tren clamando por ayuda. Frente a esto, la gente del pueblo comenzó a emigrar porque no podían vivir así, incluso el párroco del pueblo se fue, ya que sus oraciones y bendiciones no sirvieron para detener el horror nocturno.
-Bueno, me voy, ya se hace de noche, váyase pronto de aquí, este lugar no es bueno para usted señor. Hasta pronto-.
Y mientras se alejaba logré distinguir que sus ajadas ropas no eran mas que el uniforme del maquinista del tren en que yo venia….
5 Comments:
Yogibike,
“ El brusco vaivén me despertó de mi sopor, que con un constante cabeceo solo lograba adormecer mis sentidos y perder la noción del tiempo…… “
Este párrafo creo que simboliza tu cuento ….. un juego-proyectivo donde el tiempo pasa a ser una variable por ti “buscada” para poder encajar tu "sueño de realidad" con la realidad en sí …… No sé sí el vaivén te hacía perder la noción del tiempo, o si el brusco despertar, que te hizo "despertar", realizado por el que vestía el uniforme del maquinista del tren en que tu venias…. Por otro lado, no puedo dejar de “ ver “ en tu cuento la proyección que creo que realizas, sin o con darte cuenta, de la búsqueda infinita de solucionar lo que no parece tener solución. Ves vida donde la gente está muriendo. Juegas otra vez con el “tiempo” …. ahhhhhhhhhhhhh … esa extraña variable o dimensión que estamos acostumbrados día a día a tener en cuenta y que a veces intentamos no tomar ( el descarrilamiento, rápido, que implica la aproximación a la muerte, retorcidos entre fierros y rieles, la tomas como un enlentecimiento de tal variable : “El tren avanzaba lento ahora, la velocidad había disminuido ostensiblemente haciendo casi imperceptible su avance, casi se podía caminar al lado e ir mas rápido. Al cabo de un rato se detuvo completamente. “ ). También reflejas algo que de seguro no viste pero que yo te hago ver , y que también implica un juego de tiempos : “Tanto adelanto para nada pensé y volví a mi asiento y le conté a mi viejita la situación.” ….. Opino que hasta en tus cuentos pareces ser un “ adelantado “ ……. Otra muestra de tu proyección ? : “El viaje parecía eterno, había olvidado el libro en mi equipaje principal y solo traía una vieja revista para leer, por lo que me dediqué a recordar episodios pasados de mi vida……… Porque lo veía tan lejano, era algo que no entendía muy bien…… “ ( ¿me entiendes? …. ¿cierto? ) . Y por qué además creo que es algo proyectivo? …. Porque nunca antes había visto un escrito tuyo con tantas “fallas” ( “setados”, “te”, “mijitos”, “por que”, “de caminar “, “mi miraba”, “rcorría” ) …..… osea, tu mente libre dio rienda suelta a tu interior …….
“ -señor, como llegó aquí?-…. “ ….
Ojalá que este humilde intento de comentario del cuento te sirva para saber cómo llegaste a escribirlo ……..
Wonka Seagal …….
Y .... ??????
Wonka Seagal
Impresionante el paralelo que has efectuado entre ambos relatos; en realidad no estoy sorprendido, ya que no esperaba menos de ti... "espero mucho de ti" mas bién.... efectué algunas correcciones, ya que con la premura al escribir, no realicé una rigurosa corrección... pero nada más, ya que la esencia solo es una....
la inervante levedad de la busqueda conciente....
Gracias por tus palabras .....
Aunque me inquieta eso de " .... ya que no esperaba menos de ti... "espero mucho de ti" mas bién.... " ..... En serio ......
Wonka Seagal.
pd: " ...ya que la esencia solo es una....
la inervante levedad de la busqueda conciente.... " ... Me interesaría tu comentario de mi propuesta a la búsqueda de tu INCONCIENTE .....
Mas alla de lo conciente o lo inconciente que no son mi tema, esta la emocion estetica que produce este relato, la sensacion de termino y de apertura final.
Me gusto mucho.
Alvaro Gonzalez
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