--==> La llamada de Virn <==--
El aviso fue claro y sonoro, el vuelo de las aves sobre la copa de los árboles, dibujado en el telón de un hermoso atardecer, acompañaba el sonido de la clara y potente ocarina de Virn, que era la señal acordada para una reunión extraordinaria, reservada solamente para sucesos importantes. Los animales corrían despavoridos y las hojas caían por la suave brisa, encantando la mirada de Yhke, que apoyado en el tronco de un frondoso árbol, intentaba una y otra vez capturar con su pincel el bello instante de su visión.
El fondo de la taberna siempre repleto de risas, gritos y carreras, que en conjunto a su abandono material con grietas y fisuras que colaban el frío aire del exterior, sumado a su tenue y escasa iluminación, era el marco perfecto para el rostro de Virn; buscando en sus bolsillos y en su memoria unos Kraps o monedas para que el tabernero, viejo pero astuto hombrecillo, le sirviera un vaso de su licor favorito, elixir, que Virn degustaba y consumía a destajo, dejándolo en un estado de latente atención y de suave sonrisa, que dejaba disimular a medias sus pre-ocupaciones, luchas internas permanentes, con delicioso dejo a triunfos, razón de la reunión, pasos fundamentales en su crecimiento. Estaba emocionado por compartir sus pequeñas y grandes victorias logradas con mucho esfuerzo y tesón. Para ello devoraba hasta altas horas de la noche, a la luz de las velas, no comiendo muchas veces, cuanto libro cayera en sus manos, sobretodo si el maestro Sagl se lo entregaba. Usaba términos, frases y citas que daban la impresión en instantes que el maestro era él y que Sagl era el pupilo. Su manejo era tal, que construía verdaderas y fundadas teorías, inexistentes en cualquier libro, pero muy valederas en la mente de Virn. Mientras su dialéctica llenaba cada rincón del lugar, Sagl inclinaba su cuerpo sobre la desvencijada mesa, poniendo a prueba su añosa resistencia, para acercase a la vela y poder escribir con su pluma todo lo mas trascendente del diálogo que se generaba en esta eterna conversación. Había que aprovechar el descanso inesperado, al retirarse sin explicación del campo de batalla las hordas Ormatz, cansadas seguramente de tanta batalla y corrompidas por el vicio del aparente triunfo, que infiltraba sus venas y filas, haciendo que la deserción de sus hombres fuera en aumento, asunto que ya el Gran Pretor Snem estaba analizando y diseñando una estrategia, en conjunto a sus mas cercanos, para acabar de raíz con este mal.
Sagl, departía con todos los asistentes, mesa a mesa contaba historias épicas, leía el Tarot y las manos, pero esto último, lo reservaba solo para las doncellas, a quienes además seducía con su mirada e invitaba a su refugio. Sagaz en su intención, inducía a todos a beber del elixir favorito de Virn, quien ante la desesperación de la posible escasez, bebía y bebía, bailando y gritando junto a Sagl y Yhke con todo el alegre conjunto de damiselas en edad de merecer. Sagl, celebraba también el merecido descanso de su fiel caballo Toyo, su amigo inseparable de tantas aventuras, con heridas que hablaban de colosales batallas y que lo acompañó en sus innumerables incursiones, llevándolo en su lomo hasta su refugio cuando el cansancio lo vencía y el amanecer no llegaba. El gran Oráculo de Sagl, de permanente acción, le había señalado que era hora del recambio y con mucha pena pero seguro de que su amigo descansaría al fin, eligió un nuevo y brioso corcel, Megn, el que sería de ahora en adelante su fiel compañía.
En tanto el tranquilo Virn y el sorprendido Sagl, escuchaban los relatos de Yhke, sobre las delicias de la lujuria y el placer de la gula, entre risas y brindis que acaloraban sus relatos e incendiaban sus anhelos.
La noche avanzaba y mientras Sagl se entretenía, dejándose seducir y adular por una deliciosa y adorable tabernera, que siempre tenía un gesto hacia el, muy diferente que para el resto de los parroquianos, Yhke y Virn entretenían y adornaban con sus relatos y aventuras sus vidas y alimentaban sus corazones. El relinchar de Megn, su fuerte galope, y la ausencia de la tabernera les despertó y anunció que el maestro cabalgaba hacia un nuevo refugio….
1 Comments:
Mi estado no me permite hilar muchas frases, sin emabrgo tengo claro que esta es una obra de arte de un amigo, un compañero de comarca, un guerrero.
saludos desde acá, el inicio del camino que te veo recorrer.
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