A propósito del “trabajo y desafío” personal, con cariño pa’vimarin….

Sudor…-no, por favor otra vez no-… ahí viene, el preparador físico, claro como el weón no hace esfuerzos, puede torturar con su sola presencia a todo este ganado que a punta de latigazos cardíacos, impulsados por la marea estival que se avecina y el stablishment santiaguino, además de una muy remota posibilidad de lograr un físico mundialista, pero que con el marketing parece que el mañana será hoy, hace esfuerzos sobrehumanos por lograr lo imposible…. Una figura perfecta, -¡hay!-... una puntada, que duele esto… será un pre-infarto?, ¡no!...el corazón está mas arriba, por aquí está el bazo…. me dio sed….; una mina impresionante distrae miradas, muñeca “barbie-style” que solo consigue aumentar aún más la frenética carrera de nuestro adolorido corazón y someter a una presión desmesurada a anquilosadas arterias y venas…. hay que bajar esta wata, como si ese fuera “el” requisito para postular al “Ken-style” única manera de ser visto por la minita…. aunque seamos claros, dudo que esta minita venga a “mantención”, mas parece un truco publicitario….
Uff, estoy cagadísimo de hambre, un sanguchito me estimula mas y me consolaría de la fallida postulación al cargo de Ken vitalicio… -¡pedaleen con fuerza!- grita alguien, ya mis sentidos no son capaces de captar con exactitud el origen de los gritos, gemidos, quejidos… el sudor tapa mi vista, mis oídos….
Miro con detención la inquisidora arquitectura de los aparatos a mi alrededor, creaciones dignas del Marqués de Sade, claro que para el, esto era una verdadera filosofía… dolor y placer…. En cambio, aquí vamos solo por el lado del dolor…. -¿Cuánto habré bajado hoy?-, pregunta ingenuamente una mujer a su amiga que están sufriendo a mi lado-, observo rostros, y veo miradas suplicantes, una verdadera cofradía del horror, dolor y sacrificio, y para mas remate ¡pagamos por esto!, pero no importa lograremos algún resultado, lo sé… -¡más rápido!- este weón creerá que tengo un motor escondido?....
Ya…. no doy más…. un respiro, por el amor de Dios…. ¿Dios mío que estoy haciendo?...