La Leyenda de Los Hombres de la Luz.....

Durante la invasión de los Ormatzs, todo el planeta fue sometido al yugo de la crueldad más vil, el reino de la oscuridad. Los habitantes de todos los conexts o comarcas fueron sometidos, bajo el influjo y engaño del placer, a las más ruines atrocidades, obnubilados cedieron esposas, hijos, hijas, amantes, animales, tierras, o lo que fuera, para obtener un instante del más anhelado placer y compartir el poder que ostentaba el invasor, perdiendo la alegría de vivir, prolongando una dolorosa y eterna noche.
Pero durante esta invasión, siempre existió un grupo, tres hombres – Sagl, Vrin y Yhke, comunmente llamados "los hombres de la luz"- que luchaban contra el deleznable dominio Ormatzs. En secretos pasajes del Castillo Het Domein, estos hombres de claro pensamiento y de nobles y desinteresadas intenciones, salvo la libertad del hombre, planeaban la forma de destruir la fuente del poder Ormatzs – la oscuridad de la verdad- , única manera de disipar el embrujo y su poder. Entre este grupo destacaba un personaje especial, hombre fuerte que dominaba la alquimia y el conocimiento cabal del hombre, solicitando y preparando infusiones que junto a su suave pero agudo dialogo, otorgaba gran poder a quien las bebiese, oyese y comiese, siempre y cuando firmara un pacto de sangre con la verdad eterna. Este elixir corría el velo que cegaba a los hombres, dejándolo ver lo que en realidad, era la verdad, -La Luz-. Sagl, como era su nombre, consultaba permanente su oráculo, y como buen sabio intuía que su misión era correr el velo de la fantasía a quien pudiese, para que así se iniciara una reacción en cadena, imparable, y lograr la anhelada derrota Ormatzs en manos de la luz y la libertad del hombre.
Pero todo tiene un tiempo, y aunque la historia sigue su rumbo es importante para Sagl lograr que al menos en sus fieles colaboradores brote la semilla de la eterna verdad, pero para ello primero deben despojarse totalmente de sus amarras terrenales, y al lograr la levedad, romperán sus trabas y asimilarán la infusión. Usando audacia y encanto logra convencer a sus camaradas y con gran alegría, y aunque en él, el cansancio haga estragos, la superior misión que lo guía, le da fuerzas para entregar la oportunidad de liberación de sus amigos y desde allí, junto a ellos iluminar al mundo entero. El resto es historia, permanente. Porque la historia fue ayer…. es hoy….. y será mañana….. y estos hombres libres, serán los encargados de encender la luz de la verdad y derrotar la noche eterna de los Ormatzs.